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jueves, 2 de enero de 2020

¿QUÉ PUEDES HACER TÚ PARA AYUDAR A LOS ANIMALES?


10 consejos fáciles y prácticos


  1.  Si quieres un animal de compañía, en vez de comprarlo, adopta uno sin hogar. Y no olvides, que los animales salvajes, como la mayoría de pájaros, reptiles, peces y mamíferos, “secuestrados” de la naturaleza, no son animales de compañía y sufren mucho durante su captura, transporte y vida en cautividad.
 
2.       Si ya tienes algún animal doméstico, no lo trates como un mero objeto de tu propiedad, si no como un ser sintiente que es. Evidentemente, no le pegues, mates o abandones, pero tampoco le maltrates de otras formas quizás menos evidentes, como tenerlo atado o encerrado en un garaje todo el día, o tenerlo aislado (los perros y caballos son animales muy sociales), o no permitiéndole que paseen, o dejándole que pase hambre, sed, calor o frío.


     3.  No participes en entretenimientos donde se explota a los animales, en los que se les obliga, mediante el uso de la fuerza, a realizar todo tipo de comportamientos antinaturales: circos con animales, delfinarios, corridas de toros y otros festejos populares con animales, paseos en elefante o en burro y ponies, carreras de caballos y galgos,…. Los zoológicos también son prescindibles en el siglo XXI.  
 
4.       No compres souvenirs hechos con animales disecados o sus partes, ya que contribuyes con su maltrato y extinción: objetos de marfil, caballitos de mar, corales, mariposas y escarabajos, pies de elefante, cuernos,...

 
5.       Evita o reduce tu consumo de alimentos de origen animal, especialmente los producidos industrialmente (y vendido principalmente en los supermercados), como la carne de cerdo, vaca y pollo, pero también el salmón, el atún, la aleta de tiburón, la langosta y pulpo, entre otros muchos, ya que su cría intensiva no está exenta de sufrimiento animal. Además, su producción a gran escala contribuye con
el calentamiento global y la contaminación y sobreexplotación del agua. 


       6.    Evita los productos fabricados con partes de animal, ya que son perfectamente reemplazables, por ejemplo, ropa y calzado de piel. Aún es peor si se trata de animales salvajes  en   peligro de extinción, como la piel de serpiente, cocodrilo, oso,  tigre, elefante, ...
 

7.        No participes en actividades cinegéticas, ni en el consumo de sus productos (conejo, ciervo, corzo, jabalí). Así, además de evitar la muerte de esos animales, también puedes dejar de participar en el maltrato y muerte de los perros de caza (galgos, podencos). Por supuesto, no
  formes parte de un safari, que dé muerte a animales salvajes en países exóticos.

8.       Al consumir productos que no han sido testados en animales (cosméticos, productos de limpieza,…) dejas de ser cómplice de los dolorosos test que sufren sistemáticamente millones de animales todos los años, como  perros, monos, cobayas, ratas y ratones, y que son mayoritariamente innecesarios e ineficaces. 

9.       Si consumes ecológico y local, contribuyes a preservar la calidad de los ecosistemas y, por lo tanto, a la supervivencia y bienestar de los animales que los habitan. Piensa, que a veces, lo barato sale caro, sobre todo al medio ambiente y, por tanto, a nuestra supervivencia. En general, sigue las 3R: reduce, reutiliza y recicla.


    10. ¡Corre la voz y sé un “influencer”! Comparte tus conocimientos y sensibilidad con tus familiares, amigos y conocidos. Si está en tus manos, colabora con alguna protectora u ONG. Todos somos parte del problema, pero todos podemos ser parte de la solución.



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